Homenaje Festiver a Ana Felisa Alquichire Porras

Desde el pasado lunes 16 de septiembre está abierta la exposición en homenaje póstumo a Doña Ana Felisa Alquichire en la Sala 1 de la Casa de la Cultura “Emilio Pradilla González” de Barichara con el apoyo de la organización del 8vo. Festival de Cine Verde Festiver.

Durante toda esta semana se puede apreciar esta importante muestra que recopila unas de las mejores piezas del trabajo de Doña Ana Felisa, acompañado con la fotografía de su vida y su trabajo material realizado por el fotógrafo Barichara Pastor Plata Lizarazo, material documental con la que cuente este importante centro cultural con la que realiza continuamente un homenaje a esta emblemática señora.

Ana Felisa Alquichire Porras; nace el 9 de agosto de 1928, fallece el 7 de septiembre del 2018 en la Vereda el Pino de Barichara.
Hija de Prudencio Alquichire y Gregoria Porras, casada con José Joaquín Ortiz Ortiz, quien falleció hace más de 30 años; sus hijos vivos: José Joaquín, Ana, Bernarda, Ángel Miguel, Serafín, Celmira, Abelardo; sus hijos fallecidos: Jesús María, Cristóbal, Pablo, Ana Lucía. Veintinueve nietos, cuarenta bisnietos y un tataranieto.

Cerámica Guane Patrimonio Inmaterial
Doña Ana Felisa nunca se guardó la fórmula para la elaboración de sus vasijas: primero quemaba la piedra caliza para triturarla en una piedra a mano y añadirla al barro, mezclándola muy bien, se dejaba en remojo  por lo menos un día, posteriormente hacía las vasijas, las dejaba secar una semana y el último día de menguante después de la una de la tarde realizaba la quema con leña y boñiga.

Para la quema, entreveraba leña y boñiga, cubriendo totalmente las piezas, el color negruzco de las vasijas lo da la boñiga. En la década de los sesentas la comercialización de las piezas de barro era muy grande y se vendían en pueblos como Galán, Zapatoca, La Fuente, Socorro y San Gil, entre otros.

En los últimos años reconocimientos y pergaminos que a algunos le suben el ego, a Doña Ana Felisa no le sirvieron de nada; porque no le colmaron sus expectativas, pues vivió siempre en su casa compartiendo con humildad y tratando de sobrevivir ante tantas adversidades. Murió en la madrugada del viernes 7 de septiembre, logrando su deseo “ser sepultada un domingo”, su funeral se realizó el 9 de septiembre en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Barichara.