Durante todo el mes de abril y mayo de 2022, la Casa de la Cultura “Emilio Pradilla González” de Barichara, en su Sala Pedro Serrano Granados; se expone la gran obra artística talla en madera del artista sangileño Álvaro Torres Rojas, un bello y sentido homenaje de todos los que apreciamos su bello legado artístico.

Álvaro Torres Rojas, 1929, es un escultor innato que ha dedicado toda su vida a entablar una profunda y fiel relación con la talla de la madera.

Muchas, muchísimas son las horas que transcurre en su taller, en intensa Conexión con su hacer artístico, pareciera que en esas horas el mundo se desvaneciera y solo existieran él, la pieza de madera, sus herramientas y la vida que se asoma desde adentro de la misma y a través de sus manos. El amor de Álvaro por la naturaleza y la madera, se hace evidente en la devoción por su oficio, entrar en su taller, lleno de plantas y hermosos pedazos de madera esperando su turno de ser tallados, es introducirse de nuevo en un bosque donde nos encontramos con bellas obras de arte, en las que la existencia ha sido amorosamente esculpida.

Escenas cotidianas con sus personajes y objetos, toman vida ante la mirada de quien observa su obra, ella nos cuenta las historias que esperaban las manos y el corazón del artista para dejarse leer y revelarse. Manos que al igual son sembradoras de semillas que se convierten en plantas y bosques, otra de sus pasiones con las que expresa su amor por la vida.

Su fascinación por la madera se asomó desde que era un niño. En San Gil -su ciudad natal- sus padres notaron su sensible conexión con ella y lo apoyaron para que pudiera conocerla, inscribiéndolo en un taller en donde inició su relación con este medio. Diseñó y construyó muebles a través de los cuales fue descubriendo las características especiales de la madera; guiado por verdaderos maestros afianzó su talento innato y fue ganando experiencia. Su amor por el oficio del tallador creció al punto de fundar el taller de madera del centro nacional de restauración de Colombia, en donde fue maestro en técnicas de conservación, preservación, restauración y creación de arte en madera. Ha sido profesor en la escuela de Artes y oficios Santo Domingo y recibido menciones del museo de arte colonial, el museo nacional y artesanías de Colombia, Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, Casa de la Moneda Banco de la República, Artistas nuevos en las artes plásticas, biblioteca Luis Ángel Arango entre otras más.

Jamás ha parado de esculpir y de sembrar, sus manos han recorrido sensiblemente por muchos años las texturas de la madera y continúa haciéndolo hasta hoy. Dócil y agradecida, esta pareciera ofrecérsele a sus sensibles y talentosas manos, como deseando entregarle la savia que guarda las formas que él revela. Así se creó la íntima relación entre escultor y material que ha permitido que su obra supere varias piezas con genuina humildad y un indiscutible sentido estético, él aprecia y auto-reconoce en ellas la calidad de su arte, a la par que se deja tocar por la de otros escultores que lo motivan a trabajar y a seguir creciendo como artista.

Para Álvaro tallar y esculpir, es su manera de vivir, de amar la vida y de honrar y exaltar la belleza que observa.
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