Casa de la Cultura «Emilio Pradilla González»

Está situada en el marco de la Plaza Principal; tiene un frontis con ancho alero, para amparos de las lluvias; luce un conjunto de ventanas arrodilladas, balcón saledizo y ancho portón de entrada. A su interior se penetra por el zaguán; al lado y lado de este, se hallan amplias salas; y traspasando su contra portón encontramos un espacioso patio enlosado y ornado con pilas en piedra de una sola pieza.
La casona ostenta anchos corredores en ladrillados, gruesas paredes de tapia pisada, hermosos artesanos, elementos que configuran una señorial estampa, que es vestigio añejo de la época colonial, como residencia suntuosa y ventilada.
Esta noble y viejo caserón fue restaurado bajo la dirección de don Mario Serrano, representante de la firma inversiones” Serpi Ltda., y del Maestro Trino Quiñonez Morales, gracias al auspicio de la administración departamental, siendo Gobernador el doctor Álvaro Cala Hederich. Completamente restaurada, respetando cuidadosamente su estado original, se ha convertido al paso de los años en la personera autentica de los intereses culturales de Barichara; su nombre rinde homenaje a uno de los tantos hijos ilustres de esta tierra. Se dio al servicio de la comunidad el día 19 de abril de 1987; desde esta fecha se ha transformado en venerable arcón para guardar todo lo relacionado con la historia de este bien calificado “El pueblito más Lindo de Colombia”.
Aquí el visitante tiene la sensación de estar participando de los gloriosos recuerdos del pasado al contemplar antediluvianos fósiles de amonitas; las evidencias de nuestros ancestros tanto guanes como españoles; la heroicidad de la independencia; un claro varón suyo en la dirección del Estado; el mensaje revividor de las faenas agrícolas mediante una utilería rudimentaria, las industrias caseras que exhalan aroma de tabaco y miel, y la sinfonía de los cinceles que labran la piedra, registros fotográficos que guardan la memoria de los hijos ilustres y, en fin, devota exaltación a la galería de los próceres de la patria.
El Historiador Vicente Landinez Castro la registra así: Esta hermosa casa castiza que antaño fuera albergue del señorío local, ha sido cuidadosamente restaurada con notable respeto por los cánones de la arquitectura colonial. Es, pues, una autentica muestra de las moradas colombianas de los siglos XVIII Y XIX”.
Agregando luego: “Esta casa es una permanente invitación a rescatar nuestro pasado, a comprender y valorar lo verdaderamente nuestro y dar nueva vigencia y vivencia a todo lo que conforma y representa la conciencia de nuestra nacionalidad”.